GRACIAS MADRE

Hemos gozado tanto con nuestras Hermanas de Bolivia que han tenido la dicha de acoger a la Madre y celebrar con todo el Instituto la Fiesta de la Gratitud.

Del mismo modo quiénes hemos tenido la suerte de compartir con Sor Gloria, Sor Edith, Sor Rosario, Sor Celia y Sor Elvia que nos representaron en Cochabamba, hemos podido captar la alegría y la fraternidad con que se vio esta experiencia. Resaltan la acogida de todas las Hermanas y el cariño grande con que las Hermanas peruanas que pertenecen a la Inspectoría Nuestra Señora de la Paz las recibieron y acompañaron, pero sobre todo la sencillez, cercanía, fortaleza de la Madre, atenta a todas, presente a todas.

Sor Elvia nos dice: He gozado mucho con la presencia de la Madre, tan sencilla y materna. La fiesta, con toda la Comunidad educativa de todas las casas de la Inspectoría; concierto, danzas, expresiones de gratitud. Me encantaron los momentos de oración cuidadosamente preparados. Nos sentimos realmente en casa. Estoy sumamente agradecida a Sor Gloria por haberme dado esta oportunidad de gozar con la Madre.

Sor Rosario cuenta: Fue un momento de gracia, de encuentro con el Espíritu Salesiano. Madre Yvonne en varios momentos expresó “conmigo viene todo el mundo. Los ojos del mundo salesiano están en Bolivia”. Pienso que no solo llevó a Bolivia el mundo sino un pedazo de cielo porque con su testimonio de donación, de alegría y de acercamiento sencillo y fraterno a cada Hermana hizo felices a todas; así mismo la acogida y donación incondicional de cada Hermana boliviana y el compartir fraterno de todas las Inspectoras de CINAB hicieron de los días de la gratitud un verdadero Mornese, casa del amor de Dios y de la alegría. Es loable reconocer las hermosas liturgias preparadas por las Hermanas bolivianas fruto de una profunda investigación y reflexión con las que nos hicieron sentir a Dios y al mismo tiempo acercarnos a la idiosincrasia boliviana. La víspera y el día de la fiesta fueron un derroche de arte y de amor incondicional al Instituto. Gracias Madre Auxiliadora por haberme dado este regalo.

Ahora, aunque por poquitas horas, nosotras gozaremos en Lima de la presencia de la Madre. Bienvenida Madre Ivonne, te esperamos con mucha ilusión y cariño. La tierra de Santa Rosa y San Martín y todas nosotras te acogemos con las puertas del corazón abiertas de par en par.