Desde 1993, las Hijas de María Auxiliadora se encuentran en la comunidad de Nuestra Señora de Altagracia, en Ayaviri. Una pequeña ciudad que muestra las huellas de la evangelización unida a sus raíces culturales y que afronta diversos retos: las grandes distancias que lo separan de otros poblados, el clima inclemente y la globalización.
Nuestras hermanas, desde su llegada, a invitación de Monseñor Juan Godayol, hoy Obispo emérito de Ayaviri, han dado su aporte colaborando directamente en la pastoral de la Prelatura y en la catequesis de los colegios estatales. Durante un tiempo, también prestaron su apoyo en la Oficina de Educación Católica y en la formación de los jóvenes pre - seminaristas de la Casa San José.
Pero, el lugar privilegiado de esta casa es el "Hogar de las Niñas Campesinas". En el Hogar, las Hijas de María Auxiliadora trabajamos en conjunto con educadores, voluntarias, padres de familia; todos involucrados de diversos modos en lograr la formación humana y cristiana de nuestras jóvenes, para que lleguen a ser protagonistas de su crecimiento y personas comprometidas con su familia, la sociedad y la parroquia. De igual manera, trabajamos en coordinación con diversas instituciones, eclesiales y civiles, cuya finalidad es la educación de la juventud.
Nuestras Casas Hogar se caracterizan por ser ambientes donde se vive fuertemente el espíritu de familia, con la clara finalidad de hacer de las niñas y jóvenes que las frecuentan buenas cristianas y honradas ciudadanas, como lo querían Don Bosco y Madre Mazzarello.
Por ello, favorecemos la experiencia de una verdadera familia, en la que las niñas y jóvenes puedan sentirse realmente escuchadas y amadas personalmente y, de este modo, crecer serenas, haciéndose cada vez más protagonistas de su propia formación.
Además, les brindamos una formación religiosa desde la reflexión y la vivencia de valores cristianos, con el fin de que lleguen a descubrir y realizar el proyecto de Dios en sus vidas; cuidamos de su salud física y psicológica, propiciando diversas experiencias que las ayuden a desarrollar una autoestima sana y potencialmente equilibrada; y les ofrecemos, con distintas estrategias, un reforzamiento académico no cubierto por los colegios estatales, con la participación de profesoras y Hermanas competentes, con el fin de lograr un espíritu de superación necesario en el crecimiento personal.
Nuestras jóvenes cuentan, además, con la posibilidad de realizar un inicial desempeño en diversas áreas laborales, a través de la práctica de diversos talleres que despierten en ellas el deseo de profesionalizarse más adelante, según sus aptitudes.
Sin embargo, nos preocupamos también de cuidar un sano descanso y esparcimiento, que favorezca el desarrollo personal y las relaciones interpersonales.