La Formación es un camino dinámico y progresivo hacia la unidad vocacional.
Formación Inicial: Periodo de Prueba y Orientación
Es un tiempo de discernimiento, para responder libremente y con mayor claridad a la propia vocación. La joven tiene las posibilidades de un contacto con el Carisma Salesiano en una de nuestras comunidades. Transcurrido este tiempo, puede hacer una solicitud para iniciar el Postulantado.
Postulantado
Es un periodo de preparación al Noviciado, y se orienta a hacer que la experiencia vocacional asuma un carácter de mayor profundidad. La Postulante es acompañada en el exigente camino que la lleva a realizar, de modo gradual pero decidido, las opciones evangélicas indispensables para hacer más profundo su encuentro personal con Cristo y más comprometida la entrega a la misión juvenil.
Noviciado
En esta etapa formativa, la joven aprende qué comporta el vivir como FMA dentro del espíritu de la Alianza, en el seguimiento de Cristo, según la identidad carismática. La novicia experimenta en lo concreto de cada día la vida de comunidad, a través de la reciprocidad de las relaciones en una inserción más activa y responsable en la misión.
Juniorado
Abarca el periodo de los votos temporales, cuya duración varía de seis a nueve años, y tiene como fin la preparación de la hermana para la consagración total de sí misma a Dios en el seguimiento de Cristo al servicio de la misión.
Formación permanente
El secreto de la eficacia de la misión educativa se encuentra en la experiencia de una comunidad en continua formación, una comunidad que advierte la exigencia de reavivar en cada momento el don recibido mediante un enraizarse, de modo más profundo, en Cristo y una asimilación vital de la Espiritualidad Salesiana. Una formación que se da en cada etapa de nuestra vida adulta.